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CUIDA TU PIEL SENSIBLE EN PROFFARMA
¿Qué es la piel sensible? ¿Por qué tengo la piel sensible?
Una piel sensible es aquella que es altamente reactiva, suele ser muy fina y delicada, no es uniforme y puede presentar descamación, tiene tendencia a perder agua convirtiéndose además en una piel muy seca, suele presentar signos como cuperosis y manchas … Toda esta serie de características es propia de las pieles sensibles y encuentran su solución en los productos para pieles sensibles con los que contamos en Proffarma.
Este tipo de piel se da en multitud de personas y suele darse debido a factores externos como la polución, la exposición al sol, la aplicación de cosméticos y fármacos tópicos que provocan sensibilización … pero también puede estar predeterminada por algunos factores genéticos y también si la persona presenta alergias de algún tipo.
Ante esta situación, la formulación de los productos para la higiene y tratamiento de la piel sensible deberá realizarse de acuerdo a una galénica adecuada a las especiales características de este tipo de piel. A continuación, desvelamos alguna de las pautas a seguir en la elaboración de estos cosméticos y también daremos nociones acerca del tratamiento de las pieles sensibles reactivas.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de usar un producto para la piel sensible? ¿Cómo puedo tratar mi piel sensible?
Generalmente, para conseguir un cosmético apto para pieles sensibles, como los que tenemos en Proffarma, habrá que tener en cuenta que el mismo no esté formulado a base de tensioactivos muy irritantes, que no contenga muchos elementos, que cuente con compuestos biosimilares, que no incluya sustancias comedogénicas y que su elaboración se haya llevado a cabo de forma higiénica siendo sometida a varios controles sobre piel sensible humana.
Teniendo en cuenta lo anterior, para el correcto tratamiento de una piel sensible tendremos que tener en cuenta que habrá que aportar activos hidratantes, activos que mejoren la circulación para evitar la cuperosis, activos nutritivos que restauren el manto lipídico y por supuesto sustancias calmantes y antioxidantes.